domingo, 13 de febrero de 2011

En veremos

Todavía provista de gorro y antiparras (para podar, pues ya me clavé una espina de cactus en el ojo), me he sentado a descansar a mediodía y beber algo reparador: drambuie y champaña, acompañado de tostadas con hummus y aceitunas.
Como ven, estoy cada vez más alcohólica. ¿Será influencia del café?

Ayer encontré a una conocida mientras andaba de compras.
-¿Qué has hecho en todo este tiempo?
- Nada, ¿Y tú?
- Tampoco.
Y nos miramos con una mezcla de culpabilidad y complacencia. Es verano. viene el relajo del dolce far niente, como quien mira agitarse el mundo desde el balanceo de una hamaca.

Tanto como no hacer nada, no, por cierto. Tienen que ser atendidas aquellas cosas inevitables como arreglos domésticos, revisión técnica del cuerpo, tan dejado de lado durante el resto del año, pagar impuestos. Pero tales asuntos no cuentan como "hacer algo". Hacer es planear, emprender, desarrollar algo propio al que dedicar la energía disponible y que se deja para el tiempo frío, no se hace ahora en que se goza del calor de las noches casi tibias, los días largos, las siestas.

Estamos "en veremos" como decían antes, en recreo, reservando energías para después, (aunque ese después no llegue nunca). Por ahora no importa, mientras podamos paladear el trago favorito bajo el sol y más tarde bajo las estrellas.