martes, 20 de octubre de 2009

en montevideo

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Termina la clase y nos cambiamos los zapatos. Las sillas están amontonadas como siempre lo hacen los días en que la clase de tango llena este boliche. Hoy he aprendido unos dibujos nuevos, que uno hace con los pies y un quiebre de cadera que en el hombre resulta muy elegante. Al menos así me parece.
Ahora una cervecita Patricia, que es la típica de esta ciudad y me iré por allí a pasear aún un rato pues la noche está fresca y agradable pero el viento ha amainado. Recorrer la Rambla de Montevideo es una gozada. Camina mucha gente y otros muchos están instalados en la baranda del río y toman su mate con parsimonio mientras platican los dos grandes temas del momento. Las elecciones del proximo Domingo y la posibilidad aún, que el Uruguay quede seleccionado para el mundial de Sudafrica.
La celeste perdió frente a la Argentina en un partido dramático que pudimos contemplar en vivo en el Estadio Centenario y pudimos conocer a nuestros ídolos Messi, Iguaín, Forlán.
Las calles lucen embaderadas por los trapos de los pArtidos y por todas hay manifestaciones. Hace años que no veía este jolgorio electoral. En Europa no se estila. Allá las cosas son más medida, el alejamiento de la política es inmenso, casi nadie asiste a las manifestaciones, al menos que se trate de una reivindicación laboral o de grupos organizados que arrean a los padres a manifestarse contra el gobierno por leyes horribles relacionadas con el aborto,el problema de los inmigrantes o la educación laica.
Aquí la política está viva. La gran cultura ciudadana de este pueblo hace que todo el mundo tiene una opinión política, aunque sea para discrepar. Esto es el resultado de una país con una vieja cultura liberal donde en los años veinte se decretaban leyes como la separación de la Iglesia de las cosas del mundo, la ley del aborto y la ley del divorcio. Y por supuesto la ley de alfabetización que hizo de esta tierra uno de los lugares más cultos de latinoamérica.
Así, paseo por la rambla, recibiendo la brisa de este mar que es un río, y me empino por calles arboladas con grandes plátanos, altos y añosos, que en su afán de crecer y expandirse asoman sus enormes raices por las veredas, destrozando las aceras y el caminante debe tener sumo cuidado en no caerse, atrapado por las raices insolentes de los árboles.
Mañana iré a un boliche que presenta un programa de tango en donde se escucha cantores locales, se baila y se sirve un asado que le recuerda a algún paraiso perdido. Todo regado con los buenos caldos de la tierra como el Tanat y el Don Pascual.
Es linda esta tierra porque es sencilla, porque no ha venido el último grito de la moda y las casas están viejas, las calles están viejas y el río luce su color de tierra y de cobre. Aquí salen los candidatos y pregonan a los cuatro vientos sus proyectos. Son todos mayores. Politicos de la Tercera Edad y muchos jóvenes protestan. Una pena que aún no haya llegado la moda joven a la politica uruguaya.
Ahora ya cansado me pasaré por el Café a conversar un vinito con Amadeo, a contemplar la bella espalda de Leonor y a esperar a que aparezca mi hermosa y solitaria tía con sus susurros vespertinos. Me cuenta Leonor, que desde se quedó sola, todos la abandonamos, pasa cada noche por el Café, pide a Amadeo un tema de Satie y se sienta en la última mesa junto a una copa de absenta y escribe cartas a sus viejos amantes, casi todos muertos. Allí permanece, a veces quieta como una figura de mármol, y solo cuando Amadeo concluye la última nota y le brinda una leve reverencia, ella levanta la vista y sonríe melancólica con esos hermosos ojos que conocen la vida y los entresijos de ese Santiago acongojado e inefable.
Espero que De repente, desde las marismas de la noche, surjan las figuras de Jorgelina, de Ana Florencia, de Marsa, de todas las otras amigas, que viajan en trenes de lejanía por regiones ignotas.
Yo estaré aquí junto a los míos, esperando vuestro regreso.

domingo, 18 de octubre de 2009

DOMINGO


Los cardos brotan porfiadamente todos los años, con sus grandes hojas bicolores y flores azules. Gracias a sus espinas, el perro las ha evitado, razón por la cual las riego todos los días, a pesar que salen entre las piedras, casi sin tierra donde agarrarse.
Todos los mañanas pierdo tiempo desfaziendo los entuertos que armó el susodicho por la noche y esto se convierte en una labor digna de Sísifo porque no tiene fin. Bueno, me lo busqué.
Anoche terminé la lectura de un libro que recomiendo: "El viaje del elefante" de José Saramago. Libro amenísimo, lleno de alusiones actuales y humor anticlerical. Anoche me estuve riendo sola leyéndolo. Pero, nada es perfecto. Como toda lectura amena, no se puede dejar la lectura y la consecuencia es insomnio, una pepa para dormir (que por anoche no resultó) y consiguiente sensación de culpabilidad a la mañana siguiente. ¿Por qué hemos heredado el sentido de culpa, tan cristiano? Nos sigue y persigue donde vayamos...

sábado, 17 de octubre de 2009

MIRADA AZUL


No se trata de ojos azules, sino que ¡aún!
no he salido a la caza de una pantalla nueva. Será la próxima semana...
Por ahora, me consuelo bebiendo una cerveza no virtual, mientras Amadeo, que si lo es, toca algo gracioso de Satie.
Escribe Galvarino, ha perdido el mapa del café, no puede entrar otra vez. A ese muchacho que tanto viaja, se le ha extraviado la brújula en tierras de América. ¿Qué encontrará esta vez? Ojalá nos lo cuente.
Leonor se ve enfurruñada. Dice que viene gente al Mozart, pero nada piden.
Werner hace planes de traslado, ya que su local no atrae parroquianos. Lo trataré de convencer, ya que si se va de aquí ¿dónde iré cuando termino el trabajo del día? Buscar un nuevo café no me atrae mucho, eso de las invitaciones es una lata. Tengo una amiga que en cada ocasión, da el nombre y ruta de su blog sea desde un escenario, una radio, o una reunión cualquiera.
Considero que meterse en asuntos promocionales ya sería demasiado para un grupo que se supone limitado. De manera que prefiero dejar el asunto tal como está.
Hasta pronto

sábado, 10 de octubre de 2009


He venido a pesar de las tinieblas azul-verdes de la pantalla. Afuera suenan bocinas y tocan tambores.
- Leonor, una cerveza, por favor.
Me estoy convirtiendo en adicta a pesar de la lluvia de hoy.
Hace un rato, terminó un partido de fútbol en que Chile ganó a Colombia y la celebración es ensordecedora. Cualquier cosa se puede esperar de los entusiasmados transeúntes. Anoche, quizá por ser viernes, alguien arrancó el poste con el nombre de la calle. Por lo menos, se contentó con atacar un bien público. Ahora, unos chicos se han instalado en el asiento del paradero de buses, atronando sus instrumentos. Bebo mi cerveza esperando que pronto se calmen, mientras el perro Niki ladra y ladra al monstruo invisible.
Miro la agenda: en un par de horas más, se celebrará a Santa Soledad. Sospecho que ninguna Soledad ha alcanzado todavía la santidad, pero ninguna agenda cometería la descortesía de dejar a alguien sin celebración.
Por eso, si vienes por aquí, ¡Feliz día, Soledad!

jueves, 8 de octubre de 2009

A media luz

Se ha agotado la pantalla. Sólo aparece azul y verde terroso. Veo a Leonor azul océano, vinos y licores negros, de manera que su apariencia no es en absoluto apetecible.
Como el viernes es mi día menos ocupado, proyecto comprar una nueva. Si resulta, tendré que recurrir a la experta para que coopere con la conexión.
Cordiales saludos a todoooooos...

domingo, 4 de octubre de 2009

LA CIGARRA

Tantas veces me mataron,tantas veces me morí,
sin embargo estoy aquí resucitando.
Gracias doy a la desgracia
y a la mano con puñal,
porque me mató tan mal,
y seguí cantando.

Cantando al sol,como la cigarra,después de un año
bajo la tierra,
igual que sobreviviente
que vuelve de la guerra.

Tantas veces me borraron,tantas desaparecí,
a mi propio entierro fui,
solo y llorando.
Hice un nudo del pañuelo,pero me olvidé después
que no era la única vez
y seguí cantando.

Cantando al sol,como la cigarra,
después de un añobajo la tierra,
igual que sobreviviente
que vuelve de la guerra.

Tantas veces te mataron,tantas resucitarás
cuántas noches pasarás
desesperando.
Y a la hora del naufragioy a la de la oscuridad
alguien te rescatará,
para ir cantando.

Cantando al sol,como la cigarra,
después de un año bajo la tierra,
igual que sobreviviente
que vuelve de la guerra

Mercedes

Canción con todos

Salgo a caminar por la cintura cósmica del sur, piso en la región, mas vegetal del viento y de la luz; siento al caminar toda la piel de América en mi piel y anda en mi sangre un río que libera en mi voz su caudal.

Sol de Alto Perú, rostro, Bolivia, estaño y soledad, un verde Brasil, besa mi Chile, cobre y mineral; subo desde el sur hacia la entraña América y total, pura raíz de un grito destinado a crecer y a estallar.

Todas las voces todas, todas las manos todas, toda la sangre puede ser canción en el viento; canta conmigo canta, hermano americano, libera tu esperanza con un grito en la voz.

(Isella y Tejada Gómez)