domingo, 23 de enero de 2011

Mientras se toma un trago por la tarde, apenas entrando en la noche


 Me estoy tomando un "clavo oxidado" horrible nombre para la unión de una parte de drambuie y otra de whisky. El barman le puso demasiado hielo para que no me alborotara la pensadera.
 Estas fotos son del bar de la casa de una amiga que nunca se aventura por aquí porque internet y ella no se hablan. Tiene demasiadas cosas en que ocuparse para que le alcance el tiempo para esto.
 No he salido casi de casa, de manera que el día se compone de ver, por ej. cómo se abre una flor de cactus y cómo decae en la misma tarde, en ver a la misma tórtola instalada en un cable de la calle, a la misma hora siempre, el sol de la tarde dándole colores que no tiene, el paseo diario del condenado perro, el riego de las plantas, mejor dicho: los matorrales.

Y el perfume de esas flores llamadas dondiego de la noche, que se abren cuando se va el sol y se van cerrando cuando vuelve por la mañana y el perfume trae a quien me regaló las semillas hace tantos años, advirtiéndome que se propagaban por todos lados.
Así ha ocurrido y por todos lados salen y alegran la tarde con sus colores. Ay, maestro Rafael, que se me ha ido entre los dedos, ese hombre encantador, inolvidable a quien no pude convencer que escribiera sobre si mismo, sobre esa vida suya tan rica en sensaciones, un poco maniático, claro está, pero esos son detalles.


domingo, 2 de enero de 2011

Algo nuevo

Con un agapanto recién plantado y lejos del perro destructor, inauguro el año nuevo
del patio, tratando de ordenarlo un poco.


Leonor me trajo una cerveza helada para descansar, mientras tecleo con precaución porque una inevitable gotera del 2011 me está trabando la mano derecha. Sin embargo, a la vez siento la alegría de poder escribir aún con ella.



Se hacen planes para la próxima temporada, como si fuera un trozo de vida separado que se puediera coger con pinzas y limitar sus fronteras. Por mi p.arte, acabo de hacer uno: me propongo escarbar en el archivo y resucitar algunos poemas y fabricar con ellos un librillo para distribuir entre algunas personas. En el fondo de los fondos es un pretexto para elegir algunas fotos o monos y armar un simulacro de libro como para hacer algo con las manos, herencia de los años escolares en que justamente, evadía la clase de "Artes manuales" a través de anotarme en el coro del colegio, que me permitía el truco.

¿Por qué no hacen ustedes lo mismo?

¡FELIZ 2011!

Querida Laura y queridos todos/as:
Espero y deseo que el nuevo año se lleve la totalidad de nuestras goteras físicas, y haga florecer nuestras brillantes ideas y magníficas energías.
Os quiere mucho.
Marsa