sábado, 17 de mayo de 2008




Enciendo unas velas en la mesa mientras bebo un té hirviente para acompañar una tarde solitaria. Desde la calle se ve la luz azul de la lámpara hecha de la escafandra de buzo y que parece un personaje de otro planeta. Se alcanza a ver también parte del patio empedrado, todavía quedan algunas mesas, pero esta noche están abandonadas. Observo las paredes, se ven cuadros y dibujos de algunos pintores del barrio. Descubro un diseño de traje femenino del entonces joven Leo. Complicadísimo. Imagino que no le preocupaban los problemas que tendría que resolver quien lo confeccionara. ¿Vivirá por aquí aún? No se escucha música en el café, pero alguien está aporreando una batería por algún lado. Se ha terminado el té. Elijo ahora una copa de late harvest, mezcla de sauvignon blanc con gewürtzstraminer. No he logrado encontrar alguna botella de este último, solo, seco, como debiera ser. Pasaré el gusto dulce con un jerez.

Ahora se escucha jazz en el piano. (¿El fantasma de P.P.?)

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