A duras penas he logrado llegar porque la demora para acceder a internet es increíble. Cambié a otro "motor" que apenas conozco y todo se ve diferente. No reconocía la puerta del café y pasé de largo hasta que unas notas del piano de Amadeo me hicieron devolverme.
Allí estaban, con cara de aburridos, Werner y Leonor. Casi me retaron por no venir antes. Me disculpé porque hay mucho trabajo y las cosas apenas marchan. Además, el frío brrrrrrrrr. Leonor alega que dentro del café la temperatura es ideal, no se necesita abrigo, bufanda, ni siquiera chaqueta. Así es, ya me estoy sofocando, la chimenea al centro del café ruge, alimentada por unos gruesos troncos que lanzan chispas a su alrededor. Comienzo a quitarme ropa, ya calentada por dentro con una taza de café hirviente. Pero son demasiadas capas de prendas invernales, lo pienso mejor y decido volver mañana, ya preparada para el obligado strip tease.
Extraño a los amigos, pero ya no hay caso de conseguir nuevos para este café. Quizá si pruebo con unas antiquísimas amigas de otra época.....podría ser.

Por ahora, buenas noches, felices sueños