martes, 9 de octubre de 2012

Una nueva visita.

Queridos amigos, entré a saludaros porque estaba deseando hacerlo. La distancia es la misma, podemos dar al tiempo la medida que queramos, el olvido no existe y el cariño persiste porque os metísteis en mi corazón.

Encuentro en nuestro añorado café a Fridolín, a Elvi y a la muy constante y alma de este lugar, Laura. ¡Qué suerte tiene el Mozart de contar con tu presencia, Laura!

Yo, con mis hijos dispersos (la mitad más uno) aunque en Palma viven el 2º, el 4º y la 6ª, que aunque no nos veamos todo lo que a mi me gustaría, sus intermitentes visitas a casa me dejan calladita, por prudencia y respeto hacia sus familias y hacia sus trabajos, y como no podía ser otra cosa todos, los 7, muy dispuestos "a la llamda del amor" porque soy la manma. Jajajaja.

También os contaré que hemos pasado en todo el Mediterráneo un calor enorme este verano, y a mi se me licuó el cerebro y por eso no he tenido ni una idéa interesante, ni un verso nuevo regalado por mis musas. Pero pasado el calor la lectura de un poema de Wistawa Szymborska titulado "La mujer de Lot" me dió la idea de escribir algún texto (poema o prosa, ya veremos que sale) sobre cada uno de los personajes femeninos de la Biblia, lo que escriba quiero que sea más ficción que copias retorcida de lo que cuenta el Libro porque lo que conocemos todos (?), (bueno los de nuestra edad sobre todo), ya está contado.

Y como veo que sigue la puerta de mi blog aún en la biblioteca online (o como la queramos llamar), si tenéis tiempo y ganas podéis leer un relato corto sobre Eva que he publicado allí hace unos días.

Cuidaros mucho, escribid lo que se os ocurra sobre lo que os paezca, porque dejar de hacerlo es comenzar a morir.
Muchos besos con mi cariño de siempre.

1 comentario:

Laura dijo...

Una agradabilísima sorpresa encontrarte aquí, Marsa. Pensaba que ya nos habías olvidado por completo.
Pasaré ahora mismo por tu blog para leer tu último texto.
Por aquí, el invierno todavía se resiste a marchar y los astrólogos metereológicos aconsejan no guardar aún la ropa gruesa.
Abrazos