viernes, 28 de agosto de 2009
De nuevo en el Café.
Tras mis tranquilas vacaciones en Berlin, ya estoy de nuevo en casa. He leído de vez en cuando los escritos pero no me dejaban entrar al Café a escribir. Tal vez me había portado mal y tía Laura me tenía castigado.
Ahora he venido y estoy saboreando un rico vino blanco del Penedes (de donde nacieron los Torres) y Leonor se atosiga intentando contarme las nuevas del Café. Mi hermano Amadeo ha dejado de tocar y está aquí sentado a mi vera y vamos a beber y a comer hasta que llegue alguna de las hermosas parroquianas.
Un saludo a todas y todos.
Vuestro Galvarino
miércoles, 19 de agosto de 2009
NUEVAS AMIGAS Y AMIGO
Acabo de comprobar que han entrado Solei, Mila y Oscar. Espero que puedan aventurarse en:
Nueva entrada y escribir algo. Si lo logran, será toda una hazaña para Mila y Oscar, quienes conocen poco los misterios de este teclado (en el cual soy poco ducha).
Supongo que en un tiempo más será posible transmitir de alguna manera el aroma de las cosas, en este caso el perfume del dafne que está floreciendo en el antejardín, lugar que, hasta el momento, no sufre la invasión destructora del perro Niki, aunque no se libra de peleas y persecuciones de gatos propios y ajenos.
¡Sean cálidamente bienvenidos los nuevos contertulios (Oh, perdón, me estoy dejando llevar por la comodidad y olvido la mención de /as/os) y reciban un tremendo abrazo de todo el café!
domingo, 16 de agosto de 2009
LIMÓN
Este engendro es un limón del limonero del patio que con frecuencia presenta extraños frutos. Seguramente alguno de sus abuelos fue de la variedad "dedos de Buda".
Como era el único maduro que tenía a mano, no pude sacarle un espiral de cáscara para el manhattan.
Este domingo ha sido soleado, después de una dia con su noche de lluvia incesante. Mañana se reanuda el diluvio y me he contagiado del resfrío de Elvi.
Un poco de música de jazz para darle ambiente cálido al café y me despido cordialmente.
sábado, 15 de agosto de 2009
Por ser la Virgen de la Paloma,
un mantón de la China-na,
China-na,
me vas a regalar.
Venga el regalo,
si no es de broma,
y llévame en berlina-na,
lina-na,
al Prado a pasear.
- Venga un martini, Leonor, por favor, que ya es la hora perfecta para el aperitivo y celebrar a los que hoy están de fiesta por la virgen de la paloma y todas las que se celebran hoy.
Amadeo, para estar al día, está tocando la música de la zarzuela. Me encanta el personaje del boticario, , el sombrío Julián, en cambio, va camino de convertirse en un tirano, con buenas intenciones. por supuesto.
Termino de beber el martini, recordando con nostalgia a mi suegro, que era capaz de cantar y bailar cualquier zarzuela u opereta y tomar la azarosa vida con liviandad, dotes que no heredó su hijo.
¡Salud, dinero, euros, dólares, pesetas, lo que sea!
miércoles, 12 de agosto de 2009
Nos vamos aproximando a la fecha de elecciones presidenciales. Si la memoria no me traiciona, creo que es la primera vez que los nombres de los candidatos desaniman a tal punto a los electores. Indudablemente la publicidad manda y será elegido el que más gaste en la mascarada que ya se vive.
Bueno, pero ya ese sabor desagradable ha quedado en la puerta del café y más vale eliminarlo con una taza de té y torta de chocolate.
Nuestro amigo Enrique anda por estos días en Londres y copia aquí, parte de su mensaje:
"Hay en Londres un concepto distinto al acceso a la cultura que se relaciona con el dinero, con respecto a Paris .El Louvre es por ejemplo ,bastante caro para un bolsillo sudamericano ya que la entrada es aprox . quince mil pesos y en un día no se alcanza a ver ni siquiera un 20% . En cambio, en el British Museum y en la National Gallery no cobran ingreso . Han instalado cercano a las puertas, grandes embudos de vidrio donde los visitantes puedan dejar caer monedas y billetes . Es entretenido observar la gran cantidad de ellas de variados países .Lo mas probable es que el aporte fiscal absorba los deficits. Lo mismo ocurre en el observatorio de Greenwitch, o en el Museo naval cerca del Tamesis".
Me ha dado un gran deseo de ir a visitar todo lo que quedó en el proyecto hace unos cuantos años. Quien sabe si alguna vez lo logre.
Desde una tarde anunciando lluvia, mis saludos cordiales.
Desde una tarde anunciando lluvia, mis saludos cordiales.
domingo, 9 de agosto de 2009
Domingo
Esto se parece cada vez más al diario de vida de quien se mueve en una celda. Ayer tenía una invitación a celebrar algo con mis compañeros de un taller. No me dieron ganas de salir por calles y vecindarios complicados, de manera que permanecí leyendo lo que opinan algunos virtuales, escapando de las tareas pendientes, tal como hoy.
La televisión muestra aquella organización de poderosos que se supone, organiza oscuramente el destino del resto de los mortales. ¿Quién mueve los hilos, de los que mueven otros hilos, por orden de otros y etc.?
La imposibilidad de creer a las agencias de noticias causa esa sensación de estupor, indignación, impotencia que lleva al desánimo.
Aterrizo en la mañana de hoy: Un enorme y glorioso aromo en plena floración contra el cielo azul intenso. Envolverse en el perfume y gozar el momento.
Ahora, desde la punta de un cigarrillo encendido en la oscuridad, se eleva una delgada columna de humo que se desgrana y permanece flotando en formas leves.
- Leonor, un té con hojas de menta, por favor.
sábado, 8 de agosto de 2009
¿Alguna idea por ahí?
Otra vez te pido, Fridolin, tu valiosa ayuda con algún temita.
En caso contrario tendré que hincarle el diente a lo hecho en colaboración, sólo por jugar y que era una payasada, o volver a otra payasada hecha hace años.
¿O será la única en tirar la esponja? Se acerca el plazo fatal. ¿Por qué lo escribo aquí? Por si de tal manera se me graba la obligación y acude alguna idea salvadora a llenar el creciente vacío de la mollera.
- Sólo un café, Leonor. El alcohol podría ser alguno de los culpables del actual estado de cosas.
(Ya vez, el cojo..).
Hasta pronto.
viernes, 7 de agosto de 2009
Noche de viernes
Mientras los otros, aquellos que trabajan o estudian y, en fin, casi todos, se divierten al término de la semana, los que nos quedamos en casa por soledad, temor o lo que fuere, paladeamos meditativamente un trago en el café. En mi caso es una democrática caipiriña, junto a unas galletas saladas notables, todo un hallazgo de Enrique Darío. Éste se encuentra aún en Francia, lejos de redes, sumergido en el verano glorioso aún. Por unos momentos, la cachaza, azúcar, limón y hielo, logran elevar el sentimiento por encima de la rutina y dejan vagar la mente por sobre la realidad gris del ladrido de perros, sonidos de un programa ramplón televisivo que alguien mira con aire distraído y la enorme luna llena que asoma a través de la ventana del Mozart. Esta noche trataré de flotar en una nube, por sobre los sueños recurrentes, tratando de romper las ataduras del diario sobrevivir. Pensando en ustedes, buena noche de viernes, abierta a la aventura de inventar.
sábado, 1 de agosto de 2009
Dicen que las mujeres tenemos la cualidad de hacer varias cosas a la vez. Me "tocaba" hacerlo en mi trabajo (hace tantos años), pero ya lo tengo totalmente fuera de alcance. Las pocas facultades que apenas conservo, no la incluyen.
El café tiene un nuevo decorado (al menos para mí, no te enojes, Galvarino). No están los viejos muebles, hay otros, de líneas simples, livianos. Se remataron las viejas sillas Thonet y los cuadros, ahora hay cuadros cinéticos de Matilde Pérez y un par de esculturas de Carlos Ortúzar. Hay un nuevo garzón, que sólo aparece cuando lo amerita la concurrencia.
Y también hay - a mi pesar - un ubicuo, insoportable perro, capaz de traspasar el límite entre lo real y virtual. Gime, ladra y exige atención, rascando el muro del escritorio. Intento espantarlo bebiendo una cerveza muy fría.
Por esta semana solamente, hay un pianista reemplazante. Se trata de otra intromisión de la realidad en la forma de un músico aficionado que llegó desde la lejana Varsovia y fue uno de los fundadores del Club de Jazz de Santiago, tuvo un estupendo programa radial sobre jazz y como es excelente pianista, por aquí se ha dejado caer, con el mismo entusiasmo de sus años mozos.
- Leonor, otra cerveza, bien helada. (Recordar ese club me ha subrayado el alcoholismo. No es que ahora no exista. El problema es que ha cambiado la gente y es muy pesado el traslado hacia aquellos lares donde ahora funciona).
Me voy antes que termine la música.
Buenas noches
Suscribirse a:
Entradas (Atom)