Acabo de comprobar que han entrado Solei, Mila y Oscar. Espero que puedan aventurarse en:
Nueva entrada y escribir algo. Si lo logran, será toda una hazaña para Mila y Oscar, quienes conocen poco los misterios de este teclado (en el cual soy poco ducha).
Supongo que en un tiempo más será posible transmitir de alguna manera el aroma de las cosas, en este caso el perfume del dafne que está floreciendo en el antejardín, lugar que, hasta el momento, no sufre la invasión destructora del perro Niki, aunque no se libra de peleas y persecuciones de gatos propios y ajenos.
¡Sean cálidamente bienvenidos los nuevos contertulios (Oh, perdón, me estoy dejando llevar por la comodidad y olvido la mención de /as/os) y reciban un tremendo abrazo de todo el café!
1 comentario:
Averiguando un poco por los nuevos, descubro que no saben cómo entrar. Tiro la esponja, porque tampoco entra Galvarino:
ha olvidado su contraseña. Oh, nada que hacer con esas personalidades libres de ataduras, que no pueden ceñirse a la burocracia wébica.
Seguiré entonces, sola en el café.
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