¡Bienvenida Bijoux!

Con la fragancia de un jarzmín del cabo (o gardenia) saludamos a Bijoux que ha venido desde lejos a vernos en el café. Ojalá nos cuente sus impresiones al haber aterrizado en pleno invierno desde el verano de Chile.

Nuestro lugar está atendido por su dueño, Werner, por su ayudante Leonor y el pianista Amadeo cuyo repertorio abarca todo lo imaginable.

Para completar, tenemos un fantasma propio: Fidel, el mismísimo, que viene de vez en cuando, echa una mirada crítica y se marcha sin decir ni pío.

En cuanto a Galvarino, está por estos días en Santiago y ni qué decir que se supone no tiene tiempo para parlotear virtualmente, ya que sus energías estarán concentradas en la charla real. Claro, lo extrañamos.

Personalmente considero que la llegada de Bijoux es un regalo de Navidad.

Abrazos