sábado, 17 de diciembre de 2011

Al pasar

Esta noche sentí sonar las sirenas de bomberos con insistencia. Un coro de perros respondió largamente. Luego afuera comenzaron a sonar los tambores de una banda.

Salí a mirar. Pasaba el cortejo de un funeral de bomberos, portando antorchas, encabezado por un antiguo carro, una reliquia de hace más de un siglo. Solemnes, se sucedían las columnas de distintas compañías, cada uno con su respectivo uniforme. Un vecino contemporáneo que también los miraba pasar, murmuró: "Vale la pena ser bombero de nota, se garantiza un buen funeral".

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