En esta noche de tu cumpleaños, querido amigo, te esperamos con la mesa puesta para ti y para todos los contertulios que acierten en asomar su humanidad por aquí. El mantel está cubierto de pétalos de rosas, los mejores vinos esperan, la comida está a punto. Todos los candelabros están encendidos, Werner permanece atento tras la barra, Leonor se ve magnífica en su nuevo uniforme, le brillan los ojos esperando que el invitado principal haga su entrada, Amadeo desgrana unas notas al azar, mientras elige lo mejor de su repertorio.
Todo reluce a la luz de las velas, las maderas recién lustradas, el cristal tallado de las copas de colores, la plata de los cubiertos.
-¡Ah, ya llega! Aquí viene el tan esperado. ¡Que comience la música! Estallan los corchos de la champaña y todos brindamos con emoción...
1 comentario:
Hermoso! Esta tarde-noche he recibido el cariño del Mozart y me he sentido lleno de una emoción que casi aflora en lágrimas. Aquí me tienen un mes exacto tras mi cumpleaños que lo pasé en Berlin junto a los hijos en una comida familiar con mi primera ex (bueno, la segunda) y la tercera ex, y los dos hijos y sus compañeras degustando un cordero de maravilla cocinado al estilo turco, acompañado de Echeverría un buen vino chileno que apareció en Berlin en este tiempo. Ahora veo que tambien estuve en el Mozart con ustedes, amigos de siempre. Y me siento feliz, y creo que me quedaré aqui sin salir de mi sueño, celebrando esta vida larga y tranquila que al final he conseguido.
Gracias tía bienamada! Gracias Elvi, Aby, Marsa, Leonor, Fidel, Amadeo. Os quiero. Fridolin
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