Por favor, no quiero sentirme una entrometida, pues he vuelto por este espacio. Si no te parece, sólo dímelo. No hay drama.
He pasado unos días un poco "bajoneada", pero vengo de vuelta.
Te cuento que me arrepentí de continuar con el sitio en blogspot y sigo en Bligoo.
Como hoy ha comenzado el otoño, y ya se estaba haciendo notar por acá, les dejo esta prosa escrita hace unos días.
Saludos sureños,cariños
Mensajes
Hace ya
unas dos semanas o más que han comenzado a llegar los mensajes. De día, de
noche, en todo momento, por todo el lugar. Son los álamos, que aprovechan las suaves
brisas para usarlas como invisibles alfombras mágicas, en las que sus amarillas hojas se desplazan sin el
más leve sonido, como los más perfectos aeroplanos, hasta depositarlas sobre el
piso, encima de las frescas hierbas, en la tierra, en los maderos, en cualquier
espacio. Y ahí juegan impelidas por el viento, cambiando constantemente de
posición y lugar.
Ya no
queda duda, es el señor otoño que se hace avisar. El mismo que comienza a corretear
el colorido de las flores con sus mañanas brumosas, dejando las corolas pesadas
de tanta humedad, tanto, que ya al sol no pueden levantarlas, para saludar.
¡Señor
otoño, es tu tiempo, ya puedes llegar!
1 comentario:
¡Qué cosas dices Saricarmen! Se supone que al recibir invitación como "autora", tú puedes escribir lo que quieras aquí cuando lo desees y poner imágenes.
Me gustó mucho lo que escribiste sobre el otoño. (Acabo de terminar de barrer la calle y he mirado las hojas del morero que tendré que recoger más adelante, más las hojas de álamo de la calle).
Ya había intentado buscar tu blog de blogspot, pero sin encontrarlo.
Un abrazo
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