Y como no podían faltar los tangos, vimos una presentación en la Plaza del Encuentro.
Asisto principalmente por comodidad, aprovechando la presencia de varias editoriales y librerias para buscar libros que me interesen. Inevitablemente, son muchísimos más que los que puedo comprar. Mis escogidos esta vez fueron:
Sueños y memorias de Gabriel Valdés, el tomo 1 de la obra poética de Nicolás Guillén, que encontré en el stand de Cuba, La novela de Ferrara de Giorgio Basani, El último encuentro de Sandor Marai y Me llamo rojo, de Orhan Pamuk. Estuve a punto de traerme un libro de arte islámico, pero el precio me detuvo.
Hubiera deseado encontrar algún puesto con libros y revistas en inglés, (para evitar largos viajes) pero no había.
Por haber ido temprano y en día de semana, se podía deambular con bastante comodidad y verlo todo. Sin embargo faltaban libros "para la vista", pues generalmente hay un sólo puesto para reproducciones de arte y material gráfico. En cuanto a los comics, son los más caros de todos.
Entre las ediciones curiosas, se ofrecía un libro de poemas de Armando Uribe hecho con letra manuscrita, incluyendo borrones y en un stand figuraban aquellas ediciones artesanales con tapa de cartón reciclado pintarrajeado, en cuyo interior los textos están engrapados al modo de las revistas y pegada su última hoja trasera al cartón. (Frágil, incómodo y desordenado, pero dan ganas de fabricarse sus propios libros con algún sistema más estético.)
El mundo musulmán se expande: había dos puestos entre los más pequeños, uno de ellos de Turquía, aún cuando en Chile casi no hay turcos. Si habita una gran cantidad de gente de origen palestino, pero la mayoría son cristianos. Sin embargo, algunos nacionales se interesan y se están haciendo musulmanes.
Por ahora, tendré lectura para unas cuantas noches.
Hasta pronto.
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