sábado, 16 de octubre de 2010

Carta de Punta Peuco

Asistí hace un par de días a una exposición sobre "Ciudad Justa", a cargo de un sacerdote jesuíta, rector de una universidad. Persona agradable, quien inició su intervención contando que venía "golpeado" por haber leído una carta en el breve tiempo que medió entre estacionar su vehículo y caminar hasta la universidad donde tenía lugar el encuentro. Tenía dicha carta en la mano y dijo que provenía de Punta Peuco. Se trata del lugar de reclusión para los militares acusados de delitos contra los derechos humanos. Esta "cárcel" cuenta de cabañas bien equipadas con dos habitaciones, baño, cocina y calefacción, acceso a internet y teléfono, disponen además de piscina, cancha de tenis y otras minucias. Lugar ideal para cualquier jubilado. Continuó diciéndonos el sacerdote que él atendía a los hijos del autor de la carta y a otros familiares. Detalló la calidad humana del autor, nos explicó que uno de sus hijos era autista ¡cuánto debía sufrir el padre! y luego se asombraba que una persona de tantas cualidades hubiera cometido un crimen. Enseguida citó un poema de Antonio Machado (lo busqué sin encontrarlo) en el cual dice cuál difícil es no bajar cuando todos bajan.


¿Cuál fue el crimen del autor de la carta? Degollar, luego de torturar a tres personas sin culpabilidad de nada, desde luego sin juicio alguno. Dos de ellos fueron secuestrados cuando dejaban a sus hijos en el colegio. ¿Tenían algo en común? Por cierto, personas de valor, altruismo e iniciativa, además de ser comunistas. ¿Era un buen preámbulo para el tema a tratar: Ciudad Justa? Aparentemente si, pues era uno de los contadísimos casos en los cuales se había logrado identificar a los culpables y había pasado la fecha de la amnistía decretada a los crímenes de militares. Se hizo justicia, aún cuando el encarcelamiento es una especie de vacaciones y los asilados reclaman airadamente por regalías especiales (más aún) y perdón presidencial.
Pero quizás no era ésa la intención del sacerdote.
Al terminar la charla del expositor, nadie se refirió al tema mencionado al comienzo sino a protestas por la carestía de la educación universitaria. (Antes de la dictadura, la educación superior era gratuita). Y nadie se refirió al tema porque había parecido de mal gusto, aunque estuve a punto de intervenir recordando que uno de los degollados, el profesor Manuel Guerrero vivía a unas cuadras de mi casa y tengo con el centro cultural que honra su nombre, una larga y estrecha relación. Y como en una ciudad, todos nos conocemos, durante años conservé una tarjeta navideña pintada por Santiago Nattino, un hombre siempre alegre y recuerdo el dolor que sobrecogió a los padres de Juan Manuel Parada, María Maluenda y ese estupendo actor (y mi profesor de voz en la escuela de teatro) Roberto Parada.

La imagen que he incluido es el monumento que se alzó en recuerdo de Santiago Nattino, Manuel Guerrero y José Manuel Parada, en el mismo camino donde se los encontró degollados y con señales de torturas previas.

4 comentarios:

Elvi dijo...

Te admiro Laura, yo ya ni tengo ganas de hablar de lo social...
Vuelve desde el inconciente colecivo el diablico "no temas algo habran hecho"...si hasta las "madres de plaza de mayo" pasan a ser cada dia mas las "locas".
Las cruentas dictaduras no han pasado en vano,dejaron sus huellas en nuestra manera de pensar , sentir y actuar en nuestra vida cotidiana,vbemos,leemos la realidad,pero hay inhibicion de participar socialmente,porque es inevitable hoy,que no circulen los fantasmas de represion y miedo..y se naturalizo la injusticia.
Hya manifestaciones de protestas..pero son de corto tiempo y muy puntuales.
Hoy es llamativo como en Argentina se han unido los jovenes de las escuelas de casi todo el pais,si bien los reclamos son edilicios(reparacion de edificios deteriorados)aparece inmediatamente las sanciones y amenazas de perdida del año o extension de dias de clases,pero eso no acalla a este movimiento incipiente.
Desgraciadamente las contradicciones sociales nos sofocan y asi fortalecen la resistencia a la participacion.
Es cierto los represores gozan de un cautiverio de cinco estrellas, que lectura le debemos dar a eso?
Hoy solo puedo colaborar socialmente tratando de aliviar el dolor en las familias que llegan a mi,y aunque es poco,siento que es mi participacion.

Ya es dificil pensar por si mismo y con otros,esta en vigencia ..no lo hagas yo pienso por vos y esta todo bien asi..no es mas pensar con vos...si no pensar por vos.

Un abrazo Laura,te quiero mucho.

rolando dijo...

Emociona leer tu comentario acerca de esa carta de Punta Peuco, Laura querida.
Y hay algo que está muy claro, poca gente habla ahora en Chile de los hechos de la dictadura. Me lo decía una señora chilena que escribe en otros foros. "Hay que dar vuelta la página!" Se me viene el recuerdo de un gran amigo con el que compartimos penas y lindos momentos. Jorge Escalante, trabajaba en La Nación y se dedicó a denunciar desmanes y infamias de la dictadura. En la Nación trabajó durante largos años desde que volvió del exilio. Pero ahora este gobierno ha decretado la muerte de la Nación como periódico de papel. Es sólo digital y se redujo la plantilla. Claro, el primer despedido ha sido este periodista incómodo que sólo escribía sobre esa mancha de nuestra historia que es menester olvidar. Claro, casi nadie leía sus artículos y reportajes. Tal vez sólo algún par de resentidos que no quieren o no pueden olvidar. Y el "Gato Escalante" se quedará con sus artículos "obsoletos" y molestos.
Esa es la realidad. Chile ha sido siempre un país amnésico, mientras en Alemania, sin ir más lejos, jóvenes universitarios escriben sus tesis de fin de carrera sobre Victor Jara y Miguel Enriquez.

Elvi dijo...

No se quien ese señor Rolando,aun asi le pregunto...sirve que en Alemania se tengan en cuenta a Victor Jara y a Miguel Enriquez?Digo, si sirve para esta nueva generacion, o sera solo anecdotico? Entiendo lo de "no olvidar" pero pregunto..acaso no se esta transformando solo en describir el pasado...quien o quienes leen o escuchan y se interesan por todo esto?Quien se siente identificado con todo lo que paso? Solo quienes lo padecieron?
Ese momento historico es solo de quienes lo padecieron y aun pudieron sobrevivir?
Sera acaso que quien lo padecio quiere hacer valer ese dolor?
Los jovenes de ahora como responden a todo esto?
Le pido disculpas señor Rolando..y respeto sus palabras...pero me pregunto sinceramente...como hacer para que nuestros jovenes vuelquen en aprendizaje la historia reciente? nos corresponde hacer algo?

Si puede ayudeme a responderme tantas preguntas...los que ayer hicieron y aun estan vivos... tanto represores como activistas...que efectos cruciales tienen en la nueva generacion?

Le pido nuevamente disculpa por mi atrevimiento señor Rolando....pero cuando es tan facil hablar o escribir del pasado cruento ..sospecho que esta digitado este permiso...y me pregunto porque sera que se permite hablar libremente ?

Mis saludos para usted.

Marsa dijo...

Mis queridos amigos, vuestra historia nacional pertenece a la historia de la humanidad, y por eso también me siento aludida. ¡Infamia! La Historia también terminan escribiéndola los poderosos. Muchos tienen interés en que del terrorismo de estado no se hable,de alguna manera estuvieron implicados, otros a los que el miedo les dejó paralizado, hacen una llamada a la esperanza, y los que sintieron el dolor en sus cuerpos, en sus mentes y en sus almas callan para que no les tachen de "mueve mierdas"... y se levantan cada mañana a buscar el pan para la familia, con su/s muerto/s trincados en el pecho.
Un abrazo amigo/as.