viernes, 5 de noviembre de 2010

Ni siquiera he encontrado a Leonor en el café. De manera que busqué en la bodega, vacía, excepto por una botella de whisky abandonada en un rincón. Me armé de paciencia, busqué hielo, encontré la ¡última! naranja del frutero y preparé un brebaje que no sabe tan bien como los cócteles que preparaba Werner, pero no había otro remedio. Como no hay comensales, tiendo a considerar este sitio como personal, un lugar donde decir lo primero que se me pase por la sesera, bastante a mal traer en los últimos tiempos.
Esta mañana sonó el teléfono: Una empresa de encuestas: preguntaron si había alguna persona entre 15 y 60 años. El sector a quien se le consulta. Gran cosa que hayan alargado algo del tope de 55 que había antes. O sea que aquellos que sobrepasamos los sesenta somos cero a la izquierda y no nos toman en cuenta para nada.
Estoy participando un un grupo de personas de un grupo llamado "público-privado" donde están el alcalde, un concejal, los jefes de las iglesias cristiana y evangélica, representante de la escuela de suboficiales que funciona por aquí, carabineros, representante del comercio, del deporte, del folclore, de los grupos indígenas, de los escolares, pero no se consideró a nadie de los viejecillos. Bueno, no importa mucho porque algunos participantes somos bastante antiguos. ¿Debemos unirnos para formar un grupo de fuerza? Creo que no, nuestra aspiración deberá ser formar parte de los grupos "normales" puesto que entre los ancianos prima el punto de vista rígidamente conservador en su mayoría. El viernes pasado asistí a un té de los dirigentes de adultos mayores de la comuna, somos unos 170 clubes, si multiplicamos por los 3 dirigentes de cada uno, el sufrido alcaldé abrazó y besó a cada una de las entusiastas viejecillas que además, pidieron foto. Menos yo, lógico. Se contrató a un cantante que se suponía cantaría canciones para viejecillos. Horrible experiencia.
No encontré a las otras socias de mi agrupación, porque habría significado recorrer todas las meses escrutando una presencia conocida entre tantos. Nos encontramos despues en la Biblioteca y comentamos el estupendo estado físico del alcalde que resiste tanto beso y abrazo. Se candidatea para diputado. Buen comienzo. Se me está acabando el trago, pero hoy es un día libre, no tengo nada obligado que hace hoy, más que aprender el texto de mi parte en la obra de Galvarino-Rolando.Fridolín que tengo que ensayar mañana, armar la nueva revista Palabr@s de mi grupo "literario", pretender rescatar algunos textos para un concurso, terminar de hacer el aseo matitino aunque ya son pasadas las 13 horas, escribir un cuento para el lunes y una serie de poemas para el martes. Al final, no haré nada de eso. No me resigno, agrego más hielo al trago y pienso en los otros blogs en los que participo bastante a medias y en las críticas acerbas de algunos fanáticos religiosos, (esos nunca faltan). Siento que alguien hace sonar la cerradura y las campanas de la puerta, llega la hora del almuerzo, de sacar la ropa de la lavadora y otras minucias y me despido del café con el último trago del whisky naranja.

Cariños

No hay comentarios: