lunes, 6 de abril de 2009

Desayunando en el Mozart.




Leonor enciende con parsimonia las velas sobre las mesas. Amadeo acaba de llegar recién duchado, con el pelo mojado y toma su café con deleite mientras enciende el quinto cigarrillo. Yo, hace rato que estoy por aquí porque me vine temprano después de caminar bajo este sol de temprana primavera que acaricia la mañana.
La bella me ha preparado un desayuno como se acostumbra en Berlin. La verdad es que descoloca pues no estoy acostumbrado. Pero ante su mirada dominante no me queda más remedio que atacar, las ensaladas, las salchichas, los huevos, la cerveza, y luego la tetera de té y las mermeladas. Amadeo ha desayunado algo junto a mí, pero yo sé lo que le cuesta comer cuando aún no ha despertado del todo.
Leonor susurra al pasar: quiero ver esos platos vacíos. Como siempre su tono es algo cortante, algo irónico. Extraña mujer esta Leonor! Bueno, como todas. Los hombres son más planos, lineas rectas; las mujeres son complejas, de lineas ondulantes, con esquinas. Con atajos, lomas, hondonadas.
Al rato Amadeo se encuentra con su piano y Leonor viene a sentarse junto a mí. Fumamos un cigarrillo y me cuenta las historias del Mozart en estos días. Sí, como lo oyes! La Jorges, Elvi, le interrumpo, bueno Elvi Jorges, sí, nos dio una disertación sobre el ser. Y las demás también dieron su opinión. Y Jor...bueno Elvi, habló cosas lindas sobre lo viejo y lo nuevo. ¿Lo viejo y lo nuevo? de qué, de las personas? No! de las ideas! Ah! Sí, y Abi también. Incluso más. Aby se refería a algo nuevo que se anuncia. Sí. Y Marsa mencionó a una filósofa española, andaluza creo. María Zambrano. La has leido? Sí, algo, era malagueña. Relacionaba siempre la filosofía con la poesía. Pero nunca la leí mucho. Tú sabes que yo me crié leyendo Los manuscritos filosóficos del viejo Karl. Y en ese tiempo leer a pensadores como esta María, ah! que por cierto se fumaba dos paquetes diarios y murió viejecita, habría sido un sacrilegio.
Bueno, creo que te he contado todo, y no lo comentes con tu tía que luego está diciendo que yo soy una chismosa!
Bueno cielo anda, poneme ahora una copita de añejo, para empezar el día.

3 comentarios:

Marsa dijo...

Galvarino, cariño, leyendo la narración de tu germánico desayuno y tu conversación con la bella Leonor, siento que, como los volcanes de tu hermoso país, controlas tu fuego (al menos con "la pluma" de tu ordenador), pero en tu interior eres incandescente, pura energía y llama.
Me gusta leerte, amigo. La vida y tu inquietud por avanzar en el conocimiento, te han hecho (¿un poco?) sabio.
¿Por qué dudo sobre la medida de tu sabiduría?... Porque dudo de tu inteligencia práctica... perdona, no te conozco lo suficiente para pensar así, pero lo intuyo.
Lo que sí me queda siempre evidente es que te protejes de mucho y de muchos y eso es... Inteligencia Práctica... jajajaja

Con cariño. Marsa

Elvi dijo...

Querido amigo Galva.
Quiero agradecerte por la forma que tenes de dirigirte a mi,se,que lo haces con todas(jeje),sos un tipo muy tierno,note, con tus palabras,dichas con tanto cariño,una de mis necesidades,"los mimos",y ademas tambien senti un estimulo a seguir con mis elucubraciones,quiero estar presente para mi,en un compromiso diario.Pedir,es un acto de inteligencia,es el reconocimiento lucido de las propias posibilidades....y de las posibilidades de los demas..empezare a pedir mis necesidades mas intimas...y a darcomo un acto de gratificacion y agradecimiento.
Se que estas palabras son del orden de lo intimo,y ya nose si este es el lugar indicado para decirtelo,pero amigo...tantos que han pasado por el Mozart...(aun extraño a Cali y otros)sos el unico que se mantuvo "al pie del cañon" sin alusiones picaras jajaja.
Gracias galva...sos una de esas personas que entraron para quedarse en la vida de una.
Bueno ya esta...tampoco derretirme che!!!!

Un abrazo muy muy fuerte!!!(viste que fuerza tengo?? jajaja.

Elvi...Jorgelina...con ambas me identifico...una es intelectual...la otra pasional.

rolando dijo...

Gracias a ustedes amigas lindas! Sí, vamos a echarnos piropos, a decirnos palabras tiernas, a no criticarnos nada más. Yo, igual que ustedes, busco una sonrisa por respuesta, una mirada dulce, una caricia. Y no se me quitó nunca lo del niño apaleado. Qué vamos a hacer! Antes luché contra esa imagen, contra ese personaje, pero ahora la verdad es que me da igual. No soy fuego ni me gustaría serlo Marsa querida. No soporto el fuego ni a la gente que es de fuego. Como no soporto el sol. Vengo del Chile frío del sur. De la lluvia, los días nublados. Tengo energías, sí, pero no son incandescentes. Son hidrógeno puro.
Y sí, tampoco soy sabio. Me quedé en este rinconcito porque me cuesta soportar el mundo cada mañana. Y aquí me siento bien, créeme.
Somos parecidos Jorges querida. Sabes que sí. Tú eres más expresiva, dices más lo que piensas. Yo aprendí a callarme muchas cosas. Se las cuento a Leonor, sabes? Y a Amadeo. Pero como tú, no tengo a quien contarlas. Ni quien dé satisfacción a mis necesidades más íntimas. Pero así viene la mano. Y no puedo intelectualizar estas cosas. Y sabés bien que alguna tarde nos miraremos a los ojos ante una cerveza en el Tortoni. Seguro que será una tarde y tú reirás como una loca y yo me pondré triste como un tango.