martes, 28 de abril de 2009

Querida amiga:
Tú sabes que la emancipación femenina fue objeto de muchas luchas. Fue reivindicación de la mujer en el mundo entero. Pero.... alguien nos dijo cuál sería el precio? O acaso no tuvo precio?. El mío fue, un manojo de facturas a pagar, e hijos que sólo yo llevaba a cuestas. ¿No fue en definitiva, más allá de la historia y los derechos de la mujer, que me parece genial, la aparición de padres que dimitieron de su tarea de padres? ¿ No será, que nos fuimos muchas veces, de nuestro rol femenino? Una abrazo. Nidy
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Nidy , querida, está visto que el sistema anterior, el de las amas de casa, fracasó. Lo digo por mí, lo digo por mi madre, por mis hermanas, por mis amigas. Esto de llenarle la cabeza a las mujeres con que somos el sexo débil, que necesitamos el apoyo de los hombres para sobrevivir, que solas no podemos etc, etc, etc Y además con la sociedad, la familia, las leyes y los jueces en contra fue muy difícil. Pero las primeras que tenemos que creerlo somos nosotras mismas. Claro que cuando hay hijos, éstos necesitan un padre y una madre. Pero esto tienen que entenderlo los hombres de una vez por todas. NO SOMOS RESPONSABLES DE LAS ACTITUDES DE LOS DEMÁS. Si no cumplen sus obligaciones de padres y de socios en la Sociedad Conyugal, nosotras, que sí cumplimos nuestro rol, no tenemos la culpa. No sé si lo sabes pero en España hasta 1978 año en el que se reformó la Constitución Española las mujeres estábamos equiparadas a los menores y a los disminuidos psíquicos en cuanto a derechos.
Ya está bien de discriminaciones de género. Tenemos derecho a ser personas. A no ser manipuladas, utilizadas, explotadas. Y claro, estamos pagando un precio. Pero esto es la Ley del Péndulo, que va de un extremo a otro pero al final se centra y queda en equilibrio.
Hoy en día se avanzó mucho para la tan ansiada “liberación femenina”. Ha habido a lo largo de toda la historia escritoras, aviadoras, artistas, toreras, filósofas etc. etc . Todas las profesiones habidas y por haber fueron desempeñadas por mujeres fantásticas. Hasta de sacerdotisa y ¿qué hicieron entonces? ¡quemarlas en la hoguera! Porque les temían!
Creo que vamos por buen camino, el de un mundo en el que ya se deje de
discutir quiénes tienen más derechos, hombres o mujeres. Como personas somos todos iguales.
Todos sabemos que cuando un hombre le es infiel a su mujer es un “Don Juan” y cuando lo hace una mujer es una “puta” y suma y sigue.
Quizás mi generación y la tuya fueron las más golpeadas pero nuestras hijas,
nuestras nietas, podrán sentirse orgullosas de nosotras y entre todas y todos
hacer un mundo mejor.
Hay muchos hombres que están de acuerdo con esto, Hombres de verdad, no cucarachas, como bien los define el profesor Neira.

2 comentarios:

laia_444 dijo...

Aclaro, para la gente no española, que el profesor Neira es un señor que por rescatar a una mujer de su maltratador evitándole seguramente graves lesiones, fue víctima de dicho energúmeno que lo golpeó hasta dejarlo inconsciente. Hoy en día sufre graves lesiones físicas que nunca desaparecerán, después de haber estado hospitalizado muchos meses con grandes sufrimientos. En una entrevista periodística relata los hechos llamando a su atacante y a los hombres de la misma calaña "cucaracha".

Laura dijo...

Al menos en mi país, todavía quedaban hace algunos años supersticiones arraigadas y tabúes en contra de las mujeres. Era "mala suerte" que una mujer inspeccionara un barco de carga y les estaba prohibido entrar a una mina porque su presencia "atraía la desgracia". Siempre el temor al fondo de todo.