Y seguirá así en los próximos días. Las flores de los ciruelos de la calle están todas en el suelo, por eso no pude tomarles una foto porque se veían empapadas.
Me consuelo con un martini en el café mientras aprecio la paz de la tarde. Con lluvia no dan muchos deseos de salir a alborotar; los neumáticos quemados se apagan con el agua.
Además, aunque no lloviera, nadie saldría esta noche porque hay un partido de fútbol con Venezuela y los fanáticos están pendientes del televisor.
Hasta pronto
4 comentarios:
Qué hermosos textos nos dejas tía bienamada!
Y esas imágenes! No sé qué sucede, entro al Café y están sólo Amadeo y Leonor.
Qué ha sucedido? Y usted allá en el fondo musita canciones de Sara Leander mientras bebe su copa de absenta.
Yo nunca la dejaré amada tía! Nunca!
Así es, querido amigo. Como justificación a todo lo que dejo de hacer, vengo aquí todos los días mientras bebo algo que me apetece - parece justificación -
y me dedico al informe metereológico del día. Poco original, por supuesto. No parece extraño que las demás no aparezcan por aquí: llevamos demasiado tiempo los mismos y posiblemente se han agotado los temas. Los interlocutores no virtuales prefieren la comunicación directa y no he logrado en intentar traerlos aquí a la fuerza.
Tengo curiosidad: ¿cómo es posible que menciones a Sara Leander? Si no supiera que tienes bastante menos de 90, no te creería. Recuerdo su voz, ya que eera muy particular, pero no lo que cantaba.
Nuestro común amigo Enrique estuvo en Berlín hace unos días. Posible es que se hayan cruzado ustedes por ahí.
Tu que puedes, vuelvete
me dijo el rio llorando
los cerros(seres) que tanto quieres
me dijo
alla (en el Mozart)
te estan esperando (Yupanki)
Lo cotidiano mio Laura,Galva....es un permanente adaptarme a la vida.
Estoy atendiendo en mi casa...y sigo yendo a la Institucion donde tambien atiendo, a veces voy a visitar a mis nietas .. y voy a comprar lo que necesito son todas mis salidas.
Varias veces quise escribirles,pero nada sale de mis pensamientos ,quedo un rato intentando hacerlo...pero mis dedos se niegan a ayudarme.
Los tengo en mi corazon a todos...que pasa con los demas nose...poco uso la computadora...estoy aislada por eleccion...es lo que en estos meses he decidido...porque? Porque lo unico que quiero hacer es ser natural..y elijo aceptar en lugar de exigir...apoyar en lugar de criticar..y quiero soltar de mi todo aquello que no me hace feliz..
quiero despertar....y descubrir lo que soy..he sentido, amigos, al mundo sobre mi espalda...y cai de rodillas por el peso...fue una carga muy dura...ya la solte.
Deseo de todo corazon..seguir en contacto con ustedes.
Un abrazo fuerte mi querido Mozart.
A Sara Leander la escuché nombrar en Alemania. Mi ex tenía viejos discos de ella y me traducía sus canciones. Me gustó. Comprendí su vida agitada y ambigua. Le sucedió como a tantos. Era un artista y llegaron las nazis. Qué hacer? El mismo drama de Mefisto. Gustav Gründer, el yerno de Thomas Mann, que no quiso exiliarse y se quedó y tuvo que agachar la cabeza, y temblaba de miedo y Goebbels lo aplaudía y lo llenaba de atenciones. Con Sara fue algo parecido. Jamás fue nazi, pero se sabía una actriz, una cantante.
Su ronca y gastada voz me enloquece.
Claro no es tu voz de soprano tía encantadora.
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