Acabo de terminar de imprimir dos copias de "Seis personajes en busca de autor" de Pirandello.
Hace 45 años que no la leo. No sé si todavía se puede pretender su presentación con aire contemporáneo. Tampoco sé si el "elenco" será capaz de tragársela y aceptar ensayarla. Sería la primera vez que el grupito de ancianos acepte salir de los vulgarísimos engendros que acostumbra. Mañana lo veremos. Hay un término realista, pesimista, acomodaticio y fatal: "Es lo que hay" y a eso habrá que atenerse.
Me parece cómodo eso de convertir al café en una especie de diario de vida.
- Leonor. una cerveza bien helada. (primero aplicaré la copa fría sobre mi ojo derecho completamente cubierto de rojo por esas hemorragias espontáneas que me dan aspecto de vampiro).
Afuera, el perro Niki ladra a los gatos fantasmales que se cruzan por los techos. A medida que crece (poco) muestra que no pasará más allá del tamaño de un spaniel mestizo con quien sabe qué especimen perruno. Ay, me siento como si hubiera engañado a la bella Kalimera con una bestia híbrida e inútil como sucesora. Pero, he caído en mi propia trampa, la de intentar dar a cualquier bicho que busque refugio en mi casa, la mejor vida que pueda darle. Es como cuando tristemente aplasto a los pobres caracoles para que no devoren las plantas. El Niki es un caracol sobreviviente.
Leonor me dice que los gatos están amenazando mi cena. Por hoy me retiro del café y les deseo buenas noches.
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