viernes, 25 de septiembre de 2009

Viernes al agua


Más agua anunciada hace que el invierno se vaya alargando. Espero que a Galvarino no le pille el chaparrón cuando aparezca por estos lados.
Como se me ha hecho costumbre, he pedido un martini seco, aceitunas y algunas galletas saladas a Leonor, quien parece un tanto contrariada por no haber recibido visita del viajero.
- Ya vendrás, mujer, no te preocupes. Y hasta bailarán acompañados por Amadeo, mientras yo les tomo una foto.
Ayer estuve leyendo algunos comentarios en la red, algunas noticias por aquí y por allá y desconcierta notar que la información que se recibe por medios oficiales se contrapone a aquella transmitida por la gente. Por lo que parece, seguimos engañados y llevados de la nariz por la prensa.
Leo: "Si los medios dijeran la verdad sobre Israel, en el mundo no habría antisemitismo" (¿?).
No sigo por ahora en ese tema, porque Amadeo ha comenzado a tocar y terminaré de beber tratando de evadirme por unos instantes en el aire cálido del café, sin escuchar el viento que corre afuera, sin escuchar el rodar de las hojas que se esparcen por todo el patio.
Saludos cordiales

1 comentario:

Unknown dijo...

Este no es realmente un comentario pertinente a esta entrada, pero no encontré la forma de entrar desde otro lado. ¿Cuántas puertas tiene el café?
Pues bien, entraremos por esta ventana...
Hoy es domingo, nublado y lluvioso en Nueva York. Frente a mí, la ventana deja ver un alto pino y de tanto en tanto cruza el cielo un avión quebrando el aire.
Me tomo unos mates mientras escucho la serenidad de la música "New Age" o "World Music", todo desde la conección en línea, porque como ciudadana del mundo, me basta con llevar conmigo my laptop, conectarme a la red, y todo lo que necesito está a la mano: amigos dispersos por el mundo, familia, cuenta bancaria, películas, trabajo, entretenciones varias, el mundo reducido a unos cuantos dígitos, claves, códigos y html.
Por suerte, adonde vivo todavía se puede ver el cielo y a veces la luna llena se asoma por mi ventana y me calma un poco la añoranza por mi casita en el bosque.
En estos días, mi tema es la aceptación, no resistirme a lo que la "realidad" me pone enfrente, y ¿saben una cosa? es el desafío más difícil para una guerrera como yo.
No confundir aceptación con pasividad, aceptar el presente con lo que es, sin intenar cambiar lo que no nos corresponde cambiar, implica el esfuerzo a la inversa, el cambio lo hacemos con nosotros mismos. Aceptar que el momento presente requiere postergar algunas cosas queridas para ocuparse de las que son necesarias, woowww!!! esa estuvo profunda!
Bueno, pero ya está muy largo y no quiero cansar a quien se anime a leer estas líneas improvisadas de domingo por la tarde y mate lavado.
Que nos siga iluminando el sol, Namaste!
Solei