Veo que ya se ha cerrado el viejo portón de entrada del antiguo café Mozart-
Al menos así me ocurrió hoy que he llegado y estaba todo cerrado y oscuro.
Hay una cierta melancolía en todo esto.
Pero aqui estamos en este nuevo lugar, decorado con el gusto exquisito de Antonia, que asesoraba a Werner.
Amadeo está loco interpretando a Beethoven, me cuenta que el lugar tiene que impregnarse del genio germano, sordo e irascible. Su música invade el lugar y le da ese aire que respiran los genios como él.
Leonor ya no está triste. Claro que nunca olvidará todo lo vivido en el antiguo café. Al doctor Caligari que le llevaba rosas. A Grace suspirando por el hercúleo Ambrosius. Las noches del tango con la Jorges, Maya, Grace, Genoveva, Abylen, Marsi, Valeschka (?), Malucha, Eñe, Pituca, Gigi, Yilima, Contrapunto, y todas las bellas damas que acudían años ha.
Espero que alguien acuda a este lugar. Digo de aquellas y aquellos, nuestro amigo Casanova, Fidel, esa bella y joven señora que me dedicó su libro de poemas en maipu y de cuyo nombre no puedo acordarme. Y que aparezcan a veces las nuevas y nuevos parroquianos.
Preparame algo para cenar bella Leonor y nos traes una botella de Cava Torres para celebrar con Amadeo este nuevo rincón. Espero que una noche de estas nos encontremos todos y tía Antonia bautice el salón y nuestras gargantas con algún licor de dioses.
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3 comentarios:
Es hora de cerrar la puerta del antiguo Mozart, echar una mirada alrededor como para irse acostumbrando al nuevo entorno y pensar en quienes se puede invitar aquí. Pediré a Leonor un jarro de café para que encienda algún motor de reserva que me permita terminar con (casi) todo lo pendiente.
Acabo de pasar por el antiguo café, y he dejado una nota de despedida y reconocimiento.
Empezaremos la historia de este blog y espero que sea posible trasladar nuestros archivos hasta este lugar.
¡Larga vida al Café Mozart! (blog)
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