domingo, 21 de diciembre de 2008

SIN COMENTARIOS



Así podría ser la mesa de Navidad del Mozart.
Y muchas cosas debieran ser de otra manera, como por ejemplo, los comentarios a los textos que aparecen. A veces no se sabe qué decir, como en el caso del poema de Gufo. Está todo dicho, todo comentario pareciera ocioso. Pasé por casualidad por el sitio del antiguo café
y veo que no gustan del blog. Lo siento, porque he tratado de hacerlo grato, evidentemente sin lograrlo.
También reconozco que en dos blogs: Círculo de Letras y Círculo Literario, no he agregado NINGÚN comentario a los textos de otras personas. Sin embargo sé que éstos se leen. Es posible que sea más popular tener un sitio de "encuentro" como Facebook. Abi creó un sitio para el café en un lugar similar. Siempre pueden hacerlo andar y posiblemente se sientan mejor allí.
Planeo aprender a grabar, de manera de colocar el mismo texto escrito, pero que se pueda escuchar. Por ahora no he tenido tiempo para dedicarle. Creí que terminaría la próxima semana con los programas radiales, pero el dueño de la radio nos ha hecho una oferta ventajosa para dos meses más.
Siento lo que la telefónica, Abi, pero esas tremendas empresas están cada día más abusivas y poco caso hacen a los múltiples reclamos por su ineficacia.
Ya me he bebido dos cervezas y estoy algo mareada. Saldré un momento al aire fresco de la noche. Atesorándolo y ya despidiéndome del verano, ya que hemos llegado al centro y sólo resta que los días comiencen a hacerse más cortos y se acerque el frío del otoño. (Veo el vaso medio vacío).
Brillan las luces, la gente tiene buena cara, los delincuentes operan en estos días a toda máquina
y me voy con mi pesimismo a otra parte.
Cariños a todos

1 comentario:

Gianmarino dijo...

Querida Laura : no es bueno dejarse atrapar por el pesimismo (que es la aceptación de lo peor y la negación de la esperanza y del cambio hacia algo más positivo), aunque las realidades parezcan darnos la razón. Es cuestión de amor propio, si ninguna otra explicación pudiese parecernos digna de atención, para que no se diga que no nos hemos batido contra la adversidad hasta el final...
Por mi poema, no te preocupes si no ha habido comentario. Sé que es un ladrillo más bien indigesto, aunque haya nacido de una vez, porque son asuntos que repaso a menudo en mi mente, quizá un día os diga el por qué. En todo caso, no lo rechazaste, es ya algo positivo.
Querida amiga, te deseo muy felices fiestas junto a los tuyos, que ello te reanime y te dé energías para continuar y ¿quién sabe? conseguir lo que te propones.