En el día de ayer, viernes 16 de enero, falleció el pintor Andrew Wyeth, durante el sueño, a los 91 años.
La cima de su popularidad la alcanzó con el cuadro “El mundo de Cristina” que muestra una mujer semi incorporándose desde una pradera, mientras al fondo muestra un granero despintado, contra el cielo casi incoloro. Cada brizna de pasto está detallada.
La vi por primera vez en alguna reproducción de una revista hace muchísimos años. Por alguna extraña razón me impresionó negativamente. El exagerado detalle – en los tiempos del boom del impresionismo – y la extraña postura de la mujer de cuerpo deforme, me hizo rechazar el procedimiento de la pintura y la elección del tema.
Más tarde fue el primer original que vi en el MOMA. Y más tarde también, al conocer a quien se retrataba allí y algunos otros de sus cuadros, cambié radicalmente de opinión.
A pesar de su estilo casi hiperrealista, la elección de grises y pardos y los paisajes descoloridos por el sol y el viento, lo hacen especialmente sugerente.
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