miércoles, 11 de febrero de 2009

CALOR





Salí a regar en la noche de un día caluroso en extremo. Al contacto con el agua, se elevaba el calor desde la tierra como aliento opresivo. Sin embargo, en el ya temprano oscurecimiento, se nota la proximidad del otoño, el fin de la buena temporada. Para otros significará el primer indicio de la primavera.

Para borrar la impresión, entro al café y pido champaña con helado de piña y unas gotas de cognac, pues es algo que me prometo para todas las tardes y todavía no lo he hecho realidad.

Hoy hay luna llena que domina con su porte las luminarias de la calle. Los invito a acompañarme.

2 comentarios:

Marsa dijo...

Mi querida Laura, por estos lares seguimos con los huesos dolientes por el exceso de humedad, y cansados por el molestos, y a veces peligrosos, vientos; lluvia pertinaz por toda la geografía española, y nieve por las alturas, en abundancia; hasta en lugares donde la hermosura de sus paisajes inmaculados, es sorprendente.

Yo riego una docena de macetas en mi tramo de la escalera común, y en los alfeizares de las ventanas, a veces hasta me maravillan con flores.

Me apetece muchísimo un chocolate caliente, pero me uniré a ti con una copa de cava con helado de piña, ya me pondré una bufanda antes de la primera cucharada, por si acaso.

¡Que bien e está aquí a tu lado!

Marsa.

Elvi dijo...

Me uno chicas,prefiero la champaña con helado de limon,que tranquilidad se siente junto a ustedes,me quedo en silencio disfrutando de esta armonia.

Un beso Marsa, un beso Laura, seguire en este estado placentero y saboreando mi copa.

Elvi