miércoles, 18 de febrero de 2009

Libros que sí cambian la vida.

Hoy, en "El pais" online, Manuel Rodriguez Rivero publica un artículo con este título, del que transcribo el primer párrafo:

"Siempre hubo libros capaces de cambiar la vida de sus lectores. Si no hubieran existido, habrían tenido menos trabajo los censores, centenares de bibliotecas reducidas a cenizas seguirían almacenando memoria y saber, no se habría creado el siempre tentador Index librorum prohibitorum et expurgatorum, y la lectura no habría sido considerada actividad sospechosa por todos cuantos han recelado de la libertad de los demás".

Habla de sus lecturas infantiles y juveniles, y a mí me surgió el pensamiento de si algún libro pudo cambiar mi vida, marcarme un sendero, mostrarme un horizonte nuevo... creo que no, ninguno tuvo tanto poder. El artículo me ha servido para recordar, y llegar al convencimiento de que hay libros que recuerdo y libros que he olvidado, y quiero creer que aquellos que recuerdo sí dejaron su huella en mi vida.

De mi primera adolescencia recuerdo las obras de Julio Verne, en casa estaban en colección, y las novelas de Sandokan que unían aventura con romanticismo. "Pablo y Virginia" de Bernardín de Saint-Pierre fue el primer regalo del que luego sería mi marido cuando cumplí los 17 años. Recuerdo también, más bebido que leído, "Historias de Saint Michel" (¿de Michel Hendel?, no recuerdo bien), y las novelas de Pear Buck, casi todas. Y ya de adulta: "Las tentaciones de San Antonio" de Gustave Flaubert, "Gaspar, Melchor y Baltasar de Michel Tournier, "Casa de Campo", de José Donoso, "Metamorfosis" de Franz Kafka, ¨Rayuela" de Cortázar, "Cien años de Soledad" de García Marquez, "La colmena" de C. J. Cela, y Borges (todo él), y poesía, siempre poesía. Muchos otros, de los que aún guardo bastantes, no me acuerdo, tendría que volverlos a leer, pero no me apetece empezar de nuevo.

Os quiere. Marsa

2 comentarios:

Laura dijo...

El primer libro que recuerdo fue “Dos años de vacaciones” de Julio Verne. Unos muchachos de Nueva Zelanda, en viaje en barco por vacaciones, encallan en una isla desconocida. Tienen distintas personalidades y deben sobrevivir en un medio hostil e incluso hacer frente a un grupo de piratas que llegan a refugiarse al mismo lugar.
La descripción de sus hallazgos a medida que pasan los días y el comportamiento de los muchachos me hizo leerlo varias veces e imaginar mis reacciones ante una situación semejante.
También “La guerra y la paz” de Tolstoi, que leí y releí durante un buen tiempo y después otros libros de mismo autor, pasando a Dostoievski, Turgueniev, Gorki, deteniéndome en éste último.
Otro libro que causó impresión entre los adolescentes, fue “Demian” de Herman Hesse porque abría un camino para la búsqueda espiritual y también y por otras razones, las novelas de Panait Istrati (de quien ya casi nadie se acuerda). Éste último le he leído de nuevo, pero ya ha perdido su poder para encantar a una adulta.
Entre los libros para niños que recuerdo, el mejor fue “El maravilloso viaje de Nils Holgersson a través de Suecia” de Selma Lagerlöf, obra didáctica que aún se lee con agrado a pesar de ello.
Uno de los pocos antiguos libros que conservo es “La expedición de los diez mil” de Jenofonte (nadie se interesó por llevárselo), muy entretenido y vívido.
También leí a Pearl Buck, me parecia fascinante.
Otro tesoro de la juventud fue Anatole France, especialmente, “La isla de los pingüinos” y “La rebelión de los ángeles”.
Después: Henry Miller, especialmente para ver el mundo a través de los ojos de un hombre.
Uno de los favoritos: Nikos Kazantsakis, me parece que leí todas sus novelas. Lástima, a alguien más les gustaron, por lo que no me queda ninguna.
Para conocer otras culturas; novelas y cuentos de Chinguis Aitmatov.
Una obra que me escandalizaba en el colegio por las bárbaras normas de la época: “Poema del Mio Cid”.
Favorita de la adultez: Marguerite Yourcenar. Trataré de leer lo que de ella me falta (que es mucho).
De los poetas, por orden de primera impresión: Jorge Manrique, Rabindranath Tagore, Antonio Machado, P. Neruda, W. Whitman, J.L. Borges.
Termino extrañada por la poca cantidad de mujeres en comparación y menciono entonces a Teresa Calderón, poeta y novelista chilena, quien me hizo reconciliarme finalmente con ser mujer.

Cariños

Elvi dijo...

No se si hay algunos libros que he leido que cambiaron mi vida,lo que si se,que "destaparon" mis ideas profundas...algunos por sus titulos tan solo...otros por situaciones descriptas en los mismos..En el hombre mediocre..que lo lei alrededor de los 12 años...y tampoco ya se si era un pasaje de ese libro..el caso de un hombre que sistematicamente antes de ir a su trabajo dejaba una limosna a una anciana que pedia sentada en cierto lugar...sin mirarla..un dia no recuerdo porque se decidio a ver a quien el hacia tanto "ayudaba" y descubrio que tan solo era un cajon
...me impacto eso..y quedo ahi...en esa linea tambien "El miedo a la libertad"..uf joven muy joven .....Kafka...Herman Hesse...me resulta dificil recordar autores..
Sartre...Simon de Bevoir...hubo un libro que me hizo abrir aun mas los ojos ...yo tenia a mis primeros hijos chicos..."Como leer al Pato Donald"..nunca adore a Borges..un tipo muy jodido...cuando hizo un cambio de pensamiento a partir de una situacion que le toco de cerca con desaparecidos..hice las paces con el....reconozco que siempre fui muy solitaria..y por ahi si...algunos libros que leia eran como un estimulo para mi...cuando me case...y deje mis libros en la casa de mis padres...mi hermana no muy buena lectora...llevo mis libros a la calle y les prendio fuego a todos...ocupaban lugar me dijo..que senti?...creo que se lo imaginaran...y hace poco..cuando me mude...tuve que regalar muchos libros no hay lugar en mi departamento...y mi hermosa biblioteca desaparecio...algo asi como que la historia en algunos aspectos se repitio...
Y bue...desde ese lugar si los libros cambiaron mi vida...o estoy con ellos o sin ellos....

Besos a todos/as

Elvi